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El primer ministro portugués se juega el cargo, salpicado por la polémica sobre un conflicto de intereses / Foto: © AFP/Archivos
El primer ministro portugués se juega el cargo, salpicado por la polémica sobre un conflicto de intereses
Enfrascado en una polémica por un presunto conflicto de intereses, el primer ministro portugués, Luis Montenegro, se juega el cargo este martes en una votación en el Parlamento, en la que podría quedarse sin mayoría y verse obligado a dimitir.
La votación de la moción de confianza debe comenzar a las 15H00 GMT, y su resultado podría precipitar las terceras elecciones en menos de cuatro años.
En principio, y pese a las presiones de los últimos días, la oposición cumplirá con su decisión de no salvar al primer ministro de centroderecha, que llegó al poder hace casi un año. Tanto los socialistas, principal partido opositor, como la extrema derecha de Chega han hecho saber que no otorgarán su confianza al mandatario.
El lunes, los socialistas anunciaron la presentación de un pedido formal de creación de una comisión de investigación parlamentaria sobre el posible conflicto de intereses que ha puesto en el ojo del huracán al primer ministro.
Montenegro hizo llegar el lunes una serie de respuestas por escrito a las preguntas de la oposición, pero esta no quedó convencida. "No basta para disipar las sospechas", le respondió el secretario general del Partido Socialista, Pedro Nuno Santos.
El jefe de gobierno y presidente del Partido Socialdemócrata (PSD, de centroderecha), de 52 años, gobierna sin mayoría absoluta y se ha visto salpicado por varios casos.
El principal de ellos tiene que ver con una empresa de prestación de servicios, propiedad de su esposa y sus hijos, que tiene contratos con varias empresas privadas. Entre estas figura un grupo sujeto a concesiones estatales.
Desde que trascendieron estas revelaciones, el primer ministro, que ya superó en el pasado dos mociones de censura, anunció que la empresa familiar quedaría exclusivamente en manos de sus hijos.
Si el gobierno no obtiene la confianza de los diputados, Montenegro tendrá que dimitir. A partir de ahí, el presidente de la República, el conservador Marcelo Rebelo de Sousa, decidirá si disuelve o no la cámara.
La disolución abriría la puerta a unas elecciones legislativas anticipadas, que podrían tener lugar el 11 o el 18 de mayo, según hizo ya saber el presidente.
Montenegro se defiende afirmando que él no cometió ninguna irregularidad, y que en caso de anticipo electoral, será candidato.
El dirigente llegó al poder en abril de 2024, sucediendo a Antonio Costa, un socialista que presentó su dimisión en noviembre de 2023 por una investigación sobre un presunto tráfico de influencias.
Costa siempre negó cualquier irregularidad y fue electo en junio presidente del Consejo Europeo.
Q.Min--SG
